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Eduardo Xavier Lemos

Testimonio sobre el "Caso Lawfare Boaventura/CES"

Mi nombre es Eduardo Xavier Lemos, soy un profesor e investigador brasileño, vinculado a la Universidad de Brasilia y al Centro Universitario IESB, también trabajo como abogado en la capital federal brasileña, donde soy Presidente de la Comisión de Justicia y Paz de Brasilia, Asesor de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, entidades vinculadas a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil – CNBB,  Consejero del Consejo Distrital para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos y del Consejo del Fondo de Administración Penitenciaria del Distrito Federal.

Envío este testimonio en formato carta en el cargo de Asistente de Investigación / Becario de Investigación del Profesor Boaventura de Sousa Santos, cargo que he ocupado con mucho cuidado desde 2020 y, desde mi experiencia, puedo informar cómo se ha dado esta relación de trabajo.


Destaco que fui indicado por el coordinador del grupo de investigación La Ley Encontrada en la Calle, José Geraldo de Sousa Junior (grupo vinculado a la Universidad de Brasilia), quien había sido contactado por el profesor Boaventura de Sousa Santos, solicitando un asistente de investigación con experiencia en criminología y práctica criminal para realizar una investigación sobre Lawfare. Y así, se programó el primer contacto, donde el profesor Boaventura trató de presentar la investigación, sus objetivos, los límites de mi desempeño, la remuneración, así como la participación de mi trabajo en el producto resultante de esta investigación.


Desde el principio, se acordó que habría una beca de investigación, que el trabajo de investigación resultaría en la profundización del análisis del marco conceptual teórico/práctico del campo del Lawfare y, especialmente, el análisis del caso brasileño que estaba vigente en las noticias (Operación Lava Jato). Para ello, presenté una propuesta de plan de trabajo con metas, fases, bibliografía y objetivos, el plan fue aprobado por el profesor Boaventura de Sousa Santos.

Inmediatamente les informo que desde el primer contacto que tuve con el profesor Boaventura, la relación profesional fue cordial, respetuosa, de un altísimo nivel técnico y caracterizada por la coordinación investigativa de un investigador experimentado con un joven asistente que, cordialmente, hizo corregir sus pasos, debatir la bibliografía y el análisis, siempre con paciencia y mucha cortesía.


Recalco que el período de este trabajo en concreto, que finalizó en 2021 y que dio como resultado dos informes, estuvo marcado por la horizontalidad, cordialidad, paciencia y generosidad del profesor Boaventura de Sousa Santos hacia mí. Asimismo, expreso que en todo momento se cumplieron los acuerdos establecidos desde el inicio del proyecto. Dicha investigación formó parte de una contribución en la reciente publicación "Law and the Epistemologies of the South" de Cambridge University Press y, como se acordó desde el principio, el profesor Boaventura de Sousa Santos reconoce y agradece el trabajo de este Asistente de Investigación, "A lo largo del largo período de investigación que se da cuenta en el libro de la valiosa ayuda de asistentes de investigación dedicados (en orden alfabético o nombre) [...] Eduardo Xavier Lemos [...]" (SOUSA SANTOS, Boaventura de. El Derecho y las Epistemologías del Sur. Ed. Cambridge University Press. 2023. Prefacio).

Es fundamental informar que toda relación de trabajo siempre ha sido explícita, que era (y es) un pacto entre dos investigadores, donde un asistente remunerado acordó previamente con el investigador coordinador los términos de su contribución, donde no habría coautoría del trabajo puntual, que se llevaría a cabo a través de la entrega de dos informes formales con fechas preestablecidas,  además de las revisiones, todas pre-ordenadas en un plan de trabajo presentado por este investigador a su coordinador.

Terminada la investigación sobre el Lawfare, le informo que persisto en la condición de Asistente de Investigación del Prof. Boaventura de Sousa Santos. En este momento no estoy desarrollando un proyecto de investigación específico, sino realizando informes continuos sobre mi campo científico en Brasil.


Aún con respecto a los trabajos recientes, les informo que vuelven a estar marcados por la horizontalidad, cordialidad y profunda generosidad del profesor Boaventura de Sousa Santos hacia mí quien, desde 2021 (cuando finalizó la investigación sobre el Lawfare) ha estado ayudando pacientemente a este joven investigador a evolucionar como un intelectual orgánico.


También hay que tener en cuenta que cuando nos ponemos de acuerdo, cualquier intervención en el sentido de coautoría, capítulo de libro, organización, traducción y/o proyecto concreto y puntual, no son propuestas implícitas, sino negociaciones explícitas, previamente ajustadas, organizadas y con la programación de reuniones, para que posteriormente podamos formalizar los pasos de ejecución de la obra.

Cabe repetir que, además de la relación aproximada entre los debates científicos y políticos, el trabajo como Becario de Investigación también implica tareas puntuales, organizadas, planificadas, cuya función, tarea, ejecución y consecuentes expectativas están previamente ajustadas, y no hay razón para relacionar tal tarea con el llamado "extractivismo intelectual".


Más que eso, existe un verdadero intercambio, donde el profesor coordinador y este asistente intercambian experiencias y conocimientos característicos de las diferentes madurezes de investigación, un tema que trasciende el interés entre pares, y que consolida el proceso científico, porque es a partir de la relación, el respeto y el aprendizaje intergeneracional que la ciencia misma se constituye, prescribe y avanza.

En este punto, daré cuenta de mis observaciones sobre el trabajo del profesor Boaventura de Sousa Santos con los colectivos oprimidos, que me parece fundamental para la toma de decisiones de esta comisión.


He ido siguiendo (y aprendiendo) progresivamente el significado de la intelectualidad orgánica de Boaventura de Sousa Santos, quien de hecho divide el 50% de su tiempo para la producción intelectual y el 50% de su tiempo para el trabajo con los movimientos sociales. Los porcentajes aparentemente discursivos terminaron siendo comprobados por mí cuando comencé a acompañar a los líderes de los movimientos periféricos latinoamericanos, que encuentran en el profesor Boaventura un punto de referencia para sus luchas cotidianas.


Podemos mencionar el movimiento La Poderosas y la Cooperativa Isla Esperanza, ambos en Argentina, en Brasil el movimiento negro periférico brasileño en las luchas de Ilha da Maré en Bahía y el Museo Maré en Río de Janeiro, el movimiento Hip Hop en el Medio Oeste (Rapero GOG, Rapero Realleza, Max Maciel, Perifa Talks), en Rio Grande do Sul (Rafa Rafuagi),  entre tantos otros líderes periféricos que tienen contacto directo y orgánico con el profesor Boaventura, quien sirve de referente reflexivo, de apoyo a las luchas en tiempos de crisis y también de potenciador de sus luchas cuando lo solicitan.

He seguido a lo largo de los años como el profesor ha ido fortaleciendo a los jóvenes líderes, contribuyendo silenciosamente para que tengan un mayor espacio de liderazgo y así puedan representar los derechos de los oprimidos en espacios de poder, esta es una acción poco seguida y percibida por la mayoría de las personas y que el profesor realiza con mucha humildad y generosidad. Más que nada, opta por ceder espacios para la palabra, los laureles y los premios en lugares atrincherados y pomposos, para destacar y proyectar localidades y líderes periféricos, que luchan colectivamente y que, potenciados con la presencia de un líder político global como el Prof. Boaventura, a menudo superan las dificultades y se animan a luchar.


Igual de relevante es el rol estratégico de Boaventura en el trabajo de reunir y juntar a líderes de diferentes espectros (movimientos sociales, colectivos, líderes académicos, agentes públicos de distintos sectores), liderazgos que, antes luchando de manera aislada, luego del trabajo de la Profesora comienzan a actuar en articulación y a construir victorias importantes en los diferentes sectores de la sociedad, por cierto,  lo que hace en todo el mundo.


Por último, expondré mi percepción de las quejas que requieren este testimonio.

Porque estoy ubicado en la capital del país, vinculado a una de las universidades brasileñas más importantes, tengo una conexión orgánica con muchos movimientos sociales, soy activista de derechos humanos, pero también abogado de causas humanísticas (y líderes progresistas), las comunidades que luchan por los derechos humanos en Brasil están al tanto de mi trabajo con el profesor Boaventura y,  Naturalmente, los hechos tuvieron repercusiones.


Es posible narrar que en Brasil, más que un debate sobre el contenido de los hechos, hubo una cancelación inmediata de la figura de profesores, investigadores del Centro de Estudios Sociales y del propio CES. Muchas personas aprovecharon el momento de fragilidad para destilar rencor y odio hacia la Universidad de Coimbra y los profesores en su conjunto.


Hubo una persecución mediática, propia del llamado Lawfare, dirigida a profesores del CES, investigadores, sin delimitar lo sucedido, sin especificar el contenido de la publicación y sin recoger ninguna fuente directa de los hechos, de esta manera los medios brasileños, haciéndose eco de los medios portugueses, comenzaron a difundir la noticia como la pólvora, siempre centrándose en la imagen del profesor Boaventura.

La persecución orquestada y radicalizada tuvo el objetivo de constreñir los principios básicos del Estado de Derecho o Estado Democrático de Derecho,  a saber, la Presunción de Inocencia, el Principio de Contradicción y, principalmente, la Defensa Amplia, violando manifiestamente la dignidad de la persona humana. De hecho, desde el primer momento, y hasta la actualidad, ha habido una cancelación de todo lo que se refiere al CES y al Prof. Boaventura.


Más que eso, cuando se daba alguna respuesta de un miembro del CES, incluyendo el trabajo de la Comisión Independiente, con el fin de demostrar la preocupación de este reconocido centro por los hechos y, por supuesto, con el objetivo de preservar la imagen de todo lo investigado (porque denunciantes, acusados, testigos, se trata de hechos delicados y seres humanos involucrados directa o indirectamente), el caso comenzó a ser debatido en los medios de comunicación,  en un intento de crear una  narrativa victoriosa  sobre lo que sucedió. Incluso hubo un intento persistente de filtrar el informe de la Comisión antes de su publicación, en total falta de respeto a las personas cuyas vidas estaban siendo procesadas, lo que, más que nada, es inhumano.

Desafortunadamente, hechos tan graves fueron y siguen siendo tratados como una disputa, un ganar y perder, lo  que se puede observar en la narrativa utilizada públicamente.


Por lo tanto, más que cualquier intento de visibilizar hechos o construir políticas reparadoras, dicha acción se llevó a cabo con el propósito de potenciar la cancelación colectiva de personas y de una institución y derrotar a los enemigos.

Y así, de manera explícita, el caso reprodujo estrategias de Lawfare, donde las personas y las instituciones se dibujan como  un objetivo a eliminar a toda costa y, para eso, más que la búsqueda de elementos concretos (fundamentales en un Estado Democrático), y el respeto al debido proceso, basta con utilizar la retórica, la mediatización y la cancelación para lograr una victoria que es la destrucción del objetivo.


En síntesis, lo que se pretende traducir con este informe es que la forma en que se han conducido los hechos contra el profesor Boaventura y el CES, sin duda demarca un caso de Lawfare, permeado por un juicio mediático ya consagrado e irreversible, con información inexacta, cancelación y persecución pública, ocultamiento de denuncias, linchamiento en redes sociales,  persecución de todos los que lo rodean (el Centro de Estudios, sus asistentes, su familia, etcétera), caracterizando todas las exigencias del Lawfare, el uso de la ley y sus estrategias para aniquilar a un ser humano (considerado como un enemigo), lo cual es evidente.


Aun así, cabe destacar que dada la mencionada posición de defensor de los derechos humanos de este escritor, decenas de personas llegaron a manifestar su insatisfacción con la forma en que se estaba manejando la situación, personas (mujeres y hombres), que mencionaron haber estudiado en algún momento de sus vidas en el reconocido Centro de Estudios, informaron tener solo palabras de cariño y agradecimiento para mencionar al CES,  quienes manifestaron la rigurosidad y seriedad en sus estudios, un centro que exige excelencia a quienes pasan por allí, lo cual hace dentro de la cordialidad y la ética académica. Más que eso, narraron que el CES aportó a su formación personal y profesional, abriéndoles muchas puertas, razón por la cual mantienen el centro con mucho cariño.

 

Finalmente, y por unanimidad, decenas de personas (hombres y mujeres), profesores de universidades públicas y privadas de Brasil, autoridades del Poder Judicial brasileño, investigadores jóvenes y experimentados de las cinco regiones del país (Centro-Oeste, Norte, Nordeste, Sudeste y Sur) informaron que nunca habían sufrido, ni indirecta ni lejanamente, ninguna forma de abuso sexual o moral por parte del profesor Boaventura de Sousa Santos.  ya sean aquellas personas que de alguna manera pasaron por largos o cortos períodos de estudio en el CES o en los Estados Unidos, o incluso aquellos que vivieron por cortos períodos en eventos durante las estadías del profesor en Brasil.

Más que eso, muchas de estas personas se sintieron avergonzadas y amenazadas con la cancelación por expresar su afecto y gratitud al CES, incluso porque algunos de ellos fueron contactados directamente con este ámbito, para sentir que su vida pública y su trabajo se verían perjudicados única y exclusivamente por mostrar afecto y solidaridad al Centro de Estudios que los acogió y formó.

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