"Resultó que las versiones presentadas por varios denunciantes y por varios acusados eran, en muchas situaciones, incompatibles entre sí, lo que hacía impracticable valorar la evidencia de las pruebas" (p. 74).
Personalmente, hoy estoy más tranquilo que hace un año. Nunca esperé que se me absolviera de las sospechas que han planeado sobre mí durante este tiempo porque, de hecho, nunca tuve que hacer frente a acusaciones concretas de abuso de poder o acoso, como ahora atestigua el propio documento. Pero esperaba que se produjera una aclaración que pusiera fin al clima de sospecha, algo que no ha sucedido y que la junta directiva del CES ha optado, de momento, por no garantizar.
Como fundador del CES, hoy estoy más preocupado. En estos meses, una Comisión Independiente ha analizado 48 años de actividad de la institución, basándose en 32 denuncias. El informe se centra en cuestiones como el abuso de poder, que no comparto, entre otras cosas porque fui en gran parte responsable de la descentralización del poder.
El informe se refiere a pautas de comportamiento, es decir, a situaciones que se han venido practicando a lo largo de los años, pero que no se han materializado en el tiempo y en el espacio, practicadas por personas que ocupaban altos cargos en la jerarquía del CES.
A este respecto, me gustaría recordarles que el CES cuenta con un Consejo de Administración, un Consejo de Supervisión, una Asamblea General, un Comité de Ética, un Consejo Científico y una Proveeduría. No he formado parte de ninguno de ellos desde 2010.
El informe también señala que, aunque los hombres han permanecido más tiempo en puestos directivos, la mayoría de esos puestos han sido ocupados por mujeres. Esto puede explicar por qué de las 14 personas acusadas, 9 son mujeres. Por lo que a mí respecta, no tenía conocimiento de ninguna situación de este tipo.
Tanto en el ámbito judicial como en el disciplinario, espero que la dirección del CES dé curso a cualquier indicio de irregularidad -como dijo que haría- que, según mi valoración del informe y por lo que a mí respecta, no existe. Creo que las más de 600 páginas que he adjuntado al expediente han contribuido a que no se haya concluido nada objetivo contra mí.
Espero que, a pesar de las limitaciones que este proceso ha puesto de manifiesto, sirva de ejemplo para el futuro. Quiero creer que abre un camino de esperanza para un mejor rendimiento a todos los niveles, tanto para el CES como para todas las instituciones de investigación.
Coimbra, 13 de marzo de 2024
Boaventura de Sousa Santos
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