Imaginación, velas y epistemologías del Sur
5 octubre 2024, Mary Layoun
Debemos cambiar el mundo reinterpretándolo constantemente; tanto como el propio cambio, la reinterpretación del mundo es una empresa colectiva. . . . La imaginación del fin [del capitalismo, el colonialismo y el patriarcado] está siendo corrompida por el fin de la imaginación.
(Boaventura de Sousa Santos, 2018: viii, x)
وأنت تفكر بالآخرين البعيدين، فكِّر بنفسكقُلْ: ليتني شمعةُ في الظلام
[Y cuando pienses en otros que están lejos,
piensa en ti mismo. Di: Quisiera ser una vela en la oscuridad]
(Mahmoud Darwish, 2005)
Las décadas de prolífica e influyente obra de Boaventura de Sousa Santos difícilmente pueden resumirse en un breve ensayo. Activista, intelectual, poeta y académico, el Profesor de Sousa Santos es Catedrático Emérito de Sociología de la Universidad de Coimbra (Portugal) y Distinguido Jurista de la Universidad de Wisconsin, Madison, así como Director Emérito del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra. Conocido internacionalmente y citado con frecuencia, Santos ha publicado numerosos trabajos sobre sociología del derecho, globalización, democracia participativa, Estado y reforma, epistemología, movimientos sociales, Foro Social Mundial y enseñanza superior. Los numerosos libros de Santos, así como los escritos en coautoría con sus colegas, y sus aún más numerosos artículos y ensayos han sido traducidos al español, inglés, italiano, francés, alemán, chino, danés, rumano, polaco, árabe, coreano y griego. Entre sus logros figuran también artículos y ensayos periódicos, entrevistas, vídeos, libros de poesía e incluso letras de rap.
Boaventura Santos ha recibido una larga lista de prestigiosos galardones, entre ellos el Premio Frantz Fanon a la Trayectoria de la Asociación Filosófica del Caribe en 2022. Al concederle ese honor, la Asociación Filosófica del Caribe caracterizó la persona y la obra de Boaventura Santos:
Intelectual orgulloso de sus humildes orígenes entre el campesinado portugués y buen conocedor de lo que implica la lucha contra el fascismo, el profesor de Santos ha dedicado su vida a combatir todas las formas de opresión y a luchar por la afirmación de una vida habitable. Su trabajo sobre las epistemologías del Sur responde directamente al proyecto de la Asociación Filosófica del Caribe de cambiar la geografía de la razón y al llamamiento de Fanon a construir nuevos conceptos en la lucha por poner en marcha un mundo mejor.
Así que, no, un breve ensayo puede hacer poca justicia a esa larga, diversa e ilustre carrera. En su lugar, me centraré en tres formulaciones críticas centrales de Santos que más hablan de las exigencias urgentes de nuestros días. Las que más hablan de reinterpretar el mundo al tiempo que se esfuerzan por cambiarlo. Que hablan del trabajo de prestar atención a las historias, prácticas y comprensiones de los demás y de imaginar lo contrario. Son una historia del esfuerzo por pensar más allá de uno mismo y pensar en otros colectivos (Darwish' فكِّر بغيركَ / "Think of Others [those who are not you]" que, curiosamente, en las líneas finales de su poema se convierte en el más familiar تفكر بالآخرين ). Que apuntan a lo que podríamos llamar un "esfuerzo colectivo" de "ver y escuchar y hacer participativos".
Así pues, los tres conceptos críticos centrales de la obra de Boaventura Santos que aquí nos ocupan son los de "epistemologías del sur", "línea abisal" y "sociología de las ausencias". Las tres, profundamente entrelazadas, han resonado mucho más allá de las fronteras de su Portugal natal o, de hecho, de Europa. Se abordan en trabajos realizados en la India, en América Latina, en Sudáfrica, Senegal y Mozambique, en otras partes de África y en Asia occidental. Su crítica cuidadosa y detallada de las opresiones interdependientes del capitalismo, el colonialismo y el patriarcado y su señalamiento de las resistencias a ellas con sus formas alternativas de conocer y explicar y cambiar el mundo son líneas feroces que recorren estas tres formulaciones, como, de hecho, toda su obra.
El concepto de "epistemologías del Sur" que inspira gran parte del trabajo de Santos no es un simple indicador geográfico de divisiones y oposiciones, ni una simple construcción dualista. Más bien, tal y como Santos lo formuló en un discurso pronunciado justo antes del Foro Social Mundial de 2011 en Dakar (Senegal), las epistemologías del Sur señalan un Sur:
...que no es geográfico, sino metafórico: el Sur antiimperial. Es la metáfora del sufrimiento sistemático producido por el capitalismo y el colonialismo, así como por otras formas que se han apoyado en ellos, como el patriarcado. También es el Sur que existe en el Norte, lo que solíamos llamar el tercer mundo interior o el cuarto mundo: los grupos oprimidos y marginados de Europa y Norteamérica. también hay un norte global en el Sur; son las élites locales las que se benefician del capitalismo global (2010: 16).
La especificación de las "epistemologías del Sur" tampoco es una señal para el desconocimiento de los esfuerzos históricos -si bien, sostiene Santos, en gran medida agotados- del Norte por teorizar y promulgar no sólo el cambio liberal burgués, sino también el revolucionario. Ese cambio, denominado universal, tenía dos fines potenciales en el Norte: uno regulador y otro emancipador. Pero era una visión y una práctica siempre local, localizada e imperial.
...para las epistemologías del Sur, el universalismo europeo es un particularismo que, a través de formas de poder, a menudo militares, consiguió transformar todas las demás culturas en particulares (2010: 20)...en las condiciones del sistema-mundo capitalista occidental. "Lo que llamamos globalización es siempre la globalización exitosa de un determinado localismo" (2015: 89, énfasis añadido).
Atender a las epistemologías del Sur nombra el reconocimiento deliberado y cuidadoso de las formas en que las alternativas ya existentes pueden ser vistas y escuchadas, ya están en diálogo -incluso con Europa o el Norte. Ofrecen un antídoto formidable contra las ignorancias e ignorancias de nuestro momento y lugares.
Dos ideas básicas sustentan las epistemologías del Sur: la comprensión del mundo supera con creces la comprensión occidental del mundo; la experiencia cognitiva del mundo es extremadamente diversa y el monopolio del conocimiento riguroso concedido a la ciencia moderna ha conllevado un epistemicidio masivo (la destrucción de los conocimientos rivales considerados no científicos) que ahora exige reparación. En consecuencia, no hay justicia social global sin justicia cognitiva global (2023: 114).
Las bases intelectuales y políticas del concepto de epistemologías del Sur se remontan a los primeros trabajos de Santos en las favelas de Río de Janeiro en la década de 1970. Y, si bien no se encuentran en primer plano, están presentes en su trabajo posterior sobre la ley, el Estado y un "nuevo sentido común" (1995). Lo que Santos llegó a llamar "epistemologías del Sur" en los primeros años de este siglo surgió, según su propio relato, a pesar de un profundo escepticismo anterior sobre el papel de la ley y el Estado. Su reconocimiento de las posibilidades -no, de las alternativas ya existentes- de ver, vivir y pensar de otro modo cambió con el desarrollo del Foro Social Mundial (en el que Santos fue una figura central), al igual que cambió con su trabajo en Europa, pero también en Brasil, Colombia, Mozambique, Angola, Cabo Verde, Bolivia y Ecuador. Mientras Santos escuchaba, observaba y se comprometía con otras formas de conocer, comprender y actuar en relación con los seres humanos y otros seres del mundo, mientras escribía y coescribía con otros una serie de libros y artículos, elaboraba y se comprometía con cada vez mayor inclusividad y cuidado con las epistemologías del Sur. Su obra puede considerarse una especie de performance política e intelectual de compromiso con esas epistemologías. Como Santos expresa en su reciente Law and the Epistemologies of the South:
Las epistemologías del Sur pretenden demostrar que, al no reconocer la validez de otros tipos de conocimiento distintos de los producidos por la ciencia moderna, el criterio dominante de conocimiento válido en la modernidad occidental ha sido responsable de un epistemicidio masivo, es decir, de la destrucción de una inmensa variedad de formas de conocer que prevalecen principalmente al otro lado de la línea abisal en las sociedades y sociabilidades coloniales. Dicha destrucción desempoderó a estas sociedades, haciéndolas incapaces de representar el mundo como propio, en sus propios términos, y por tanto de considerar que el mundo podía ser cambiado por su propio poder y para sus propios fines. En esta situación, no es posible promover la justicia social sin promover la justicia entre los diferentes tipos de conocimiento (2023: 96).
Prestar atención a la rica capacidad de las epistemologías del Sur es, al mismo tiempo, reconocer lo que Santos llama la división abisal, o las líneas abisales que marcan esa división. Es:
...la división radical entre formas de sociabilidad metropolitana y formas de sociabilidad colonial que ha caracterizado al mundo moderno occidental desde el siglo XVI. Esta división crea dos mundos de dominación, el metropolitano y el colonial, que se presentan como inconmensurables (2023: 98-99).
Señala la designación imperial de la separación irrevocable e inexorablemente jerárquica de las sociedades metropolitanas de las sociedades de las colonias, creando categorías de lo humano, lo menos-que-humano, lo no-humano. Siguiendo con esta división, lo que es válido en el lado metropolitano de esa línea abisal no es concebible para el Norte como válido en el lado colonial. No puede haber diálogo ni intercambio en pie de igualdad a través de esa línea.
Esta división era tal que las realidades y prácticas existentes al otro lado de la línea, es decir, en las colonias, no podían cuestionar la universalidad de las teorías y prácticas vigentes en el lado metropolitano de la línea. Como tales, fueron invisibilizadas (If God Were a Human Rights Activist, 2015: 2).
Reconocer, ver, el trabajo de las líneas abisales -porque son plurales y no singulares- es no ver o desaprender lo que se propuso como singularmente universal. Sin embargo, entender la línea abisal incluye la proposición de que, por muy feroz que sea esa división abisal, puede interrumpirse, escalarse, plegarse sobre sí misma, arrugarse y atravesarse.(Gran parte de la obra de Santos de los últimos años se ocupa precisamente de lo postabisal).
De atender a la labor destructiva de la línea abisal surge una "sociología de las ausencias". Es decir, una sociología que:
...podrá dilucidar los límites de la representación que operan en cada situación. En la primera situación, en la que las alternativas no se produjeron, se trata de silencios y aspiraciones impronunciables; en la segunda situación, en la que las alternativas sí se produjeron, se trata de silenciamientos, epistemicidio y campañas de basura (2014: 244).
(A esta última lista podría añadirse lo que más recientemente se denomina "cultura de cancelación", con todas las contradicciones de ese concepto y esa práctica).
La sociología de las ausencias, por tanto, puede caracterizarse por atender a lo que no ocurrió o no pudo ocurrir, a lo que no se dijo o no se hizo o a lo que no se pudo decir o hacer. También atiende al silenciamiento de lo que se dijo, a la denigración de lo que se entendió y pensó, a la reformulación violenta de lo que ocurrió. Esta propuesta de atender a las ausencias y los silencios no es efímera ni poética, aunque tiene su propia poesía. Las ausencias y los silencios "hablan" en el lenguaje de los cuerpos, las lagunas de los textos, las historias y las prácticas actuales que se reúnen en torno a lugares y prácticas específicos. Si tan sólo los viéramos y escucháramos.
Santos resume un libro reciente pero, creo, toda una vida de trabajo sobre las epistemologías del Sur. El largo viaje intelectual y científico narrado en este libro refleja el impacto de estos vastos procesos en desarrollo y trata de extraer de ellos una renovada energía crítica y constructiva (2023: 673). Y aconseja en una obra anterior:
...los que luchan contra la dominación no pueden confiar en la luz al final del túnel. Deben llevar consigo una luz portátil, una luz que, por vacilante o débil que sea, proporcione luz suficiente para reconocer el camino como propio y evitar desastres fatales. Tal es el tipo de luz que las epistemologías del Sur se proponen generar (2018: ix).
Di: Ojalá fuera una vela en la oscuridad (Darwish).
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